viernes, 10 de octubre de 2008

tras la muerte

Un poderoso, un Dios o un jurado, decide que una pierda, un concurso, un padre o una madre, un billete. Desde todo punto de vista, una injusticia.
Mayo, 2007.


Es domingo de verdad y yo vine a soñar que hacías el asado. Estabas contento y gordo.
Te tengo en un mensaje de texto y en un segundo de audio, riéndote de la canción de Mora.
Sigo trabajando, parece que no hubiera parado, que nada hubiera pasado y de pronto días como hoy, con tanta ausencia.
Me tomé el vino que me regalaste, uso tus anteojos de sol y hablo de vos.

8 de julio, 2007.


Cumplo años mañana
y no vas a llamarme
pero te espero.

Recién ahora me doy cuenta.

16 de agosto, 2007


Ya no tengo quien esté orgulloso de mí.

14 de septiembre, 2007



Una casa chica es para sueños pequeños, dicen. Cuando me vaya de acá, cuando se venza el contrato, comenzará otro duelo, desarmar los estantes que empiezan a caer solos, enrollar las cortinas, ésas que inventamos y que ya empiezan a deshilacharse. Tendré que poner en cajas y bolsos y valijas, otros pequeños sueños.
23 de octubre, 2008











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